Detroit: Become Human ha sido un juego muy esperado. Podríamos considerar el nuevo título de Quantic Dream como un unicornio que aterriza en una industria muy centrada en los modos multijugador. En los últimos tiempos, han salido juegos que no tienen modo campaña y hay sagas que han preferido dejarla de lado. Por suerte, siguen habiendo títulos como los recientes God of War y Detroit: Become Human que apuestan por ofrecer una historia que engatuse a sus consumidores.
Sobre Detroit Become Human y nuestro análisis
Detroit: Become Human es un videojuego desarrollado por Quantic Dream. Estamos ante un híbrido de aventura gráfica y acción muy interactiva. El título fue lanzado el 25 de mayo de 2018 y es exclusivo de Playstation 4.
Sobre este análisis: Estructuraremos el juego en diversos apartados. Hablaremos primero de cómo funcionan por sí solos, cada uno de ellos, y luego de cómo funcionan en la sinergia que es Detroit. Debido a la naturaleza del juego, no podemos ignorar el apartado filosófico. Al final y de forma personal, dedicaré un apartado a la reflexión sobre los temas que trata Detroit.
Protagonistas – Tres individuos, tres visiones del mundo
Detroit: Become Human cuenta con tres personajes principales. Cada uno tiene un tráiler de lanzamiento y su propia personalidad, formas de actuar y afrontar los desafíos. Los tres tendrán el mismo protagonismo y únicamente existirá un mayor protagonismo en nuestra mente. Todos tenemos un favorito. El mío es Connor, seguido de Kara y Markus.
Connor – El Negociador
Será el personaje con el que empezamos el juego. Negociador de la Policía. Agente modélico y eficaz. Tiene una personalidad firme y un fuerte sentido del deber. En una situaciones límite, este agente intentará lidiar con los agresores.
Kara – La Luchadora
Androide creada para ser ama de casa y cuidadora. Kara tiene una personalidad dulce, empática y conciliadora. No os dejéis engañar: Bajo ese aspecto amable, hay una luchadora con una capacidad de sacrificio infinita.
Markus – El Revolucionario
Androide diseñado para acompañar y servir, es propiedad de un pintor anciano. Markus es decidido, honorable y tiene un fuerte sentido de la moralidad. Estamos ante un corazón indomable, el William Wallace de los androides. Sin duda, enamorará a aquellas personas con fuertes convicciones políticas y morales.
Todas las historias son igual de importantes. Cada personaje tiene su propio hilo argumental, aunque las acciones de unos pueden repercutir en las de los otros. Elegid el futuro con mucho cuidado.
Menú y selección de perfil – El minimalismo es el futuro
Al entrar, nos encontramos ante un menú limpio. Con tonos blancos y azules, nos recibe una androide que nos da la bienvenida y nos ayuda a configurar el brillo, la pantalla y el resto de configuraciones mínimas necesarias.
Como detalle a destacar, el juego nos permite cambiar el tamaño de los subtítulos. Aunque pueda parecer una tontería, esto ayudará a muchas personas. De todas formas, el juego está totalmente doblado al castellano, aunque algunos jugadores preferimos también los subtítulos.
Tras configurar los ajustes técnicos, tendremos que seleccionar nuestro perfil. A esta opción la llaman «Elegir Dificultad», aunque puede resultar algo confuso. Lo único que varía es el sistema de controles.
- Experto: El juego será más inmersivo gracias al sistema de controles avanzados. Los errores en dicho sistema puede costarte la vida de un personaje. Este modo no es apto para quienes no conozcan bien el mando de Sony o quienes quieran disfrutar de la historia meramente.
- Casual: Modo perfecto para quienes no quieren tensiones ni peligros. Este modo es para centrarse en la historia y tener unos controles sencillos, así que será una experiencia más fácil y con menos probabilidades de perder a un personaje.
Árbol de acciones – Una herramienta interesante
Tras cada misión, nos aparecerá el árbol de acciones. Aquí podremos ver qué camino hemos tomado y cuántos caminos más había. En este apartado es dónde podemos ver hasta qué punto Detroit: Become Human es vasto, complejo y profundo. No te haces una idea de la cantidad de posibilidades que existen hasta que ves el árbol.
De hecho, tendríamos que re-jugar muchas veces más para ver todas las posibilidades y combinaciones. Esto hace que cada historia sea casi única e irrepetible. Sería una casualidad muy grande que una persona tomase todas las misma decisiones y acertase el mismo número de Quick Time Events. Casi imposible…
Aquí os dejamos el primero del juego. Os advertimos que es uno de los árboles más sencillos, más adelante se vuelven mucho más complejos. También os lo hemos ofrecido desde lejos, a fin de evitar spoilers. Más adelante hablaremos del sistema de decisiones.
Ambientación – Un futuro muy posible
El título de Quantic Dream nos lleva a un futuro no muy lejano del nuestro… Y muy posible. Estamos en Detroit, una ciudad conocida por su industria y conflictividad. La tecnología ha avanzado y la sociedad con ella. Los androides han llegado de la mano de CyberLife, una compañía privada que vende y alquila estas… ¿Máquinas o individuos?
La sociedad afronta todos los desafíos y consecuencias que los androides traen consigo: Comodidades y un 35% de paro (la cifra oscila durante el juego). La pobreza y riqueza crecen de forma desigual. Existen personas que están en contra de los androides, otras que los apoyan y otras que no se han posicionado. Los jóvenes crecen conviviendo con los androides, mientras que los adultos ven cómo estos últimos les quitan los trabajos o acomodan la vida. En medio de esta crisis, empieza nuestra historia.
Por otro lado, tenemos coches y medios de transporte público automatizados, la ciudad está más viva y automatizada, los pagos son en su mayoría digitales… La sensación no es la de un futuro distópico, sino un futuro muy real y más que posible. Debido a su posible alquiler, cualquiera con un mínimo puede permitirse un androide. Por cierto, siguen habiendo puestos de perritos calientes y hamburgueserías… ¡Si seguimos ese futuro, vamos bien!
Una escena, un mundo
No os preocupéis, Detroit: Become Human nos dejará ver su mundo futuro con relativa tranquilidad. El juego se compone de diversas zonas abiertas (no muy grandes, por desgracia) que nos permitirán apreciar toda la belleza del título. Suelen ser sitios abiertos como una casa, una mansión, plantas de oficinas, plazas o un par de calles, por ejemplo. Aunque parezca poco territorio que explorar, hay mucho que ver.
El juego está cargado de detalles e interacciones. Algunas se limitan a pulsar un botón para apreciar un detalle o escuchar una conversación, otras requerirán de alguna introducción con el joystick derecho y otras sencillamente es acercarte a escuchar qué dicen.
¿No crees que explorar sea importante? Error. Escuchar una simple conversación, encontrar un objeto aparentemente inútil o presenciar una acción que no parece guardar relación con la trama puede abrirnos trayectorias en el árbol de decisiones en un futuro inmediato o lejano.
En resumen, Detroit está muy vivo y tiene mucho por descubrir. Por otro lado, la información es poder, se suele decir. ¡Ya sabéis!
Historia y subtramas – Una delicia argumental
Si hay algo en lo que Detroit: Become Human roza la perfección es en este apartado. La historia la creamos nosotros con nuestras acciones, así que… ¿Cómo consigue Detroit rozar la perfección? La estructuración de la misma. El tiempo que estamos con cada personaje dependerá de nuestras decisiones. Los capítulos están realmente bien estructurados y siguen un hilo argumental con mucho sentido. Nada se enreda y todo se entiende a su debido momento.
- Connor, una historia policiaca en toda regla. La relación de compañeros me recordó en muchos momentos a Gordon y Harvey Bullock en la serie Gotham. Connor y Hunk, para bien o para mal, aprenderán la visión del mundo que tiene el otro.
- Kara, historia de superación y amor. A fin de evitar spoilers, no diremos mucho. Kara debe superar todos los obstáculos hasta lograr encontrar la paz que tanto ansía. Su inocencia chocará contra la realidad y su buen corazón deberá sobrevivir frente al frío y oscuro mundo.
- Markus, el camino del guerrero. Con un inicio digno de un superhéroe, Markus verá el mundo tal y como es. Tendrá que elegir qué tipo de ser quiere ser y cuál quiere que sea su legado.
Aunque nosotros creamos la historia, hay una trama sobre la que construimos. Esta trama es interesante y adictiva. Podemos ver influencias de Isaac Asimov (Yo, Robot, por ejemplo): Las Leyes de la Robótica y el Libre Albedrío en máquinas. Incluso me recordó a Blade Runner, Westworld, Robocop y Terminator en ciertas ocasiones.
Además de las tramas principales, tenemos subtramas.
Algunas secundarias, véase las de nuestros compañeros de historia. Algunas contextuales, que podemos leer en revistas digitales, ver en televisión o escuchar en la calle. En ocasiones, estas subtramas se verán influenciadas por nuestras acciones y podrán afectarnos para bien o para mal. Todo dependerá de nosotros. Al final, absolutamente todo lo que hagamos tendrá un impacto a diferente escala.
Decisiones y consecuencias – Construye tu futuro
¿A qué llamamos decisión? Cualquier acción que realizamos: Desde contestar cualquier pregunta o afirmación a acertar o no un quick time even… Y no nos referimos a un conjunto, sino a literalmente un movimiento de un quick time even.
¿Hasta qué punto una decisión puede influir? Cuando tomamos una decisión, debemos pensar simultáneamente en diferentes factores. Estos factores a su vez son las mecánicas del juego y están conectados, es decir: Se afectan directamente entre ellas.
- Factor tiempo. Debemos pensar cómo afectará a corto y largo plazo. Una conversación que no parece tener relevancia ahora puede abrir trayectorias en el árbol de decisiones y marcar el futuro.
- Factor Relación. Tendremos tres tipos de relaciones: Nuestros compañeros, Opinión Pública y el Sistema. Cada decisión influirá positiva o negativamente, todo dependerá de cuánto conozcamos cada relación. El estado de las relaciones definirá qué trayectorias tendremos abiertas y cerradas. Las decisiones que tomemos deben tener en cuenta todos los tipos de relaciones y tendremos que aprender a priorizar.
- Muerte. La muerte en Detroit: Become Human es tan real como en la vida misma. Podéis perder vuestro protagonista o a algún compañero en el minuto uno, en la hora 5, 10 o a 5 minutos de acabar el juego. A veces estará en nuestra mano salvar o condenar, otras veces habremos tomado la decisión hace mucho.
- Información. La información es poder, ya os lo hemos dicho. La cantidad de información que tengamos en cualquier momento será un factor determinante en cada decisión. Explorar y realizar (o no) acciones puede darnos información adicional y abrir nuevas trayectorias, al igual que el nivel de relación que tengamos con un personaje.
Pensad lo siguiente: A más trayectorias, más posibilidades.
A más posibilidades, más opciones para elegir. Sabremos que hemos desbloqueado una trayectoria cuando nos aparezca el icono de un candado abriéndose. El HUD nos informará de ello.
Apartado gráfico, animaciones y rendimiento – Sencillamente precioso
Tras jugar The Witcher 3, The Last of Us, Uncharted 4, Horizon Zero Dawn y God of War, tengo el listón muy alto. No hablo a la ligera cuando digo que el apartado gráfico de Detroit: Become Human es sencillamente precioso. Es posible que no sea el mejor que he visto, pero sin duda es de los mejores. La atención al detalle es genial. Unos ojos curiosos y atentos deberían apreciar mucho más de lo que aparentemente se quiere mostrar.
Destacar el efecto de la lluvia en el entorno y los personajes. El comienzo del título es muy iluminado, pero se oscurece conforme nos aproximamos al final. La ropa mojada por la lluvia no ha dejado de sorprenderme y los efectos de haber llovido en la plaza (imagen de Markus en la plaza) me entretuvieron durante un buen rato.
La iluminación y los colores tampoco quedan atrás. Las luces de los coches de policía (imagen de Connor andando) son realmente sorprendentes y dan un característico ambiente detectivesco. Detroit luce muy bien con la luz del día, pero es por la noche cuando realmente enamora. El juego muestra una cantidad de colores proporcional a los escenarios que muestra. Los escenarios nocturnos con muchas luces son todo un espectáculo visual.
Las animaciones están muy detalladas. Teniendo en cuenta el tipo de juego que tenemos entre manos, no es algo que pueda flaquear.
Tampoco podemos acusarlos de parecer robots… ¡Son androides! Los movimientos son muy fluidos y naturales. El movimiento de la ropa al andar es muy bueno: Podemos verlo realmente bien en la parte inferior trasera de la chaqueta de Connor y el uniforme de Kara, y cuando Markus de pone el abrigo largo.
La expresiones faciales son dignas de estudiarse aparte. Dentro de las animaciones, se llevan el premio gordo. En este aspecto, me quedo con Kara, la androide más emocional de los tres. Es precioso ver sus expresiones cuando se dirige con cariño a Alice, la chica que cuida.
Del rendimiento no se puede esperar menos que lo dicho hasta ahora. Sólo sentí un mini-tirón en las 11 horas que tardé en pasarme el juego. Detroit funciona muy fluido. Todos los factores que hemos comentado en este punto hacen que en ocasiones parezca más una película que un videojuego.
Sonido y Banda Sonora – El corazón de Detroit
El nivel de detalle sonoro se equipara al gráfico. El silencio predomina en muchos de los escenarios hasta que nosotros lo rompemos. Sin embargo, otros escenarios rebosa de sonido: gente hablando, coches en la carretera, un guitarrista en la acera, los megáfonos, animales, un predicador… Detroit: Become Human sabe cuándo silenciarse y cuándo colmar nuestros sentidos. Es muy placentero andar por una calle solitaria escuchando únicamente la lluvia y nuestros pasos.
La banda sonora es tan buena y está tan bien posicionada que logra ser también protagonista en los momentos de climax. Cada personaje cuenta con sus propias canciones, que sonarán según la narrativa. Detroit es un juego sumamente inmersivo en gran parte gracias a su banda sonora. Es espectador puede llegar a desarrollar una empatía muy poderosa por los personajes gracias a la música.
Tengo que hacer una mención especial al tema principal de Kara. Estamos ante un tema que nos transmite perfectamente la transformación de Kara: La belleza e inocencia del personaje enfrentándose a un mundo cruel y frío, la tensión y agonía que pasa debido a sus pesares, la ansiedad por proteger aquello que ama, su búsqueda de identidad… El tema transmite belleza y esperanza, al mismo tiempo que te desgarra el corazón.
Controles y Jugabilidad – Conservan y mejoran
Quienes hayan jugado a Beyond: Two Souls reconocerán los controles de Detroit: Become Human. Quantic Dream ha sido conservador y ha mantenido en esencia los mismos controles. La jugabilidad también es parecida, aunque mejorada.
Detroit flaquea levemente en tres puntos de este apartado:
- La movilidad de la silla de ruedas (con Markus) es mala y podría haberse hecho menos rígida. Andar por la casa, estrecha para más dificultad, puede hacerse tedioso. Esto no es más que un detalle que puede ser corregido.
- Sigue sin parecerme cómodo la doble función del joystick derecho: Mover la cámara y realizar acciones principales. En ocasiones da lugar a error, realizando una acción que quizás no queríamos hacer en ese momento. Sin embargo y contradiciéndome, llega a gustarme este sistema la mayoría del tiempo. Creo que se ha convertido en una se esas marcas que identifica a Quantic Dream.
- El uso del sensor de movimiento del mando de Playstation 4. Si existe algo más innecesario para el mando de Playstation 4 es el sensor de movimiento. Quantic Dream lo usó para Beyond: Two Souls y lo ha usado para Detroit. Si tu mando no tiene sensor o lo tiene roto, olvídate de jugar. No creo que sea justo, más habiendo pagado los 60 euros que vale el juego.
¡La mota en la lente, la mosca en la sopa!, como diría Sherlock. Las únicas tres cosas que saco negativas de este juego se encuentran en el mismo apartado. En general, la jugabilidad de Detroit es muy buena y fluida. Si no has jugado a Beyond: Two Souls y es tu primera vez, tendrás que acostumbraste. Si jugaste, sabes a lo que vas.
Filosofía de Detroit: Become Human – Más allá del juego
Como advertimos al principio del análisis, aquí entraríamos a enumerar y reflexionar sobre los temas que trata Detroit: Become Human. Por lo tanto, este apartado es inevitablemente más personal. No vamos a comentar meramente el juego, sino que interpretaremos.
Detroit: Become Human trata de la identidad del individuo. Al tratarse de Androides principalmente, es inevitable no pensar en Las Leyes de la Robótica y en el Libre Albedrío. También en Blade Runner, por ejemplo.
El ¿Quién? y ¿Qué? son las preguntas en las que se cimenta el título de Quantic Dream
Antes de saber si un Androide es una persona y si puede reclamar los mismos derechos que un ser humano, debemos preguntarnos ¿Qué es ser humano?, ¿Qué es lo que nos hace humanos?, ¿Nuestras emociones?, ¿La conciencia de la propia existencia?, ¿La capacidad de elegir por uno mismo?, ¿Qué hace del individuo lo que es? Estas preguntas son las que se tratan al principio de Detroit, en especial con Markus.
La línea entre un simple Androide y Divergente está en el planteamiento de esas preguntas. Detroit: Become Human es el viaje hacia la respuestas de las mismas. Durante este viaje, surgen otros temas relacionados: ¿Puede un androide sentir?, ¿Qué supone morir para un androide?, ¿La muerte es el final o sólo un cambio?, ¿Son el siguiente paso de la evolución?, ¿Qué es la amistad y el amor?, ¿Los derechos humanos deberían ser exclusivos de los humanos? Y así la historia de Detroit se abre paso. Humanos comprendiendo a androides y androides comprendiendo a humanos. El cómo lo deciden tus acciones.
Amistad, amor y liderazgo son los tres pilares sobre los que se sostienen las historias de Detroit: Become Human. Aunque, como ya he dicho varias veces, depende de nosotros: nuestras acciones decidirán si será enemistad, indiferencia o amistad, por ejemplo.
¿Y tienen respuestas todas estas preguntas?
La humanidad sigue en ello. Se ha invertido y se invierte mucha tinta y saliva en tratar estos temas. Actualmente hay personas que creen que una raza humana está sobre otra, ¿Qué podrían decir sobre androides? Exploramos mundos diferentes al nuestro y ni siquiera nos hemos aceptado entre nosotros, y menos aún al resto de seres que habitan nuestro planeta. La sociedad, como conjunto, no está preparada para afrontar estos temas. Sin embargo, las nuevas generaciones tenemos el poder para cambiar eso.
Personalmente, he aprendido de Detroit, Become Human que debemos superar el techo de humanidad y mirar más allá. El progreso es inexorable. Si algún día llegan a desarrollarse androides y estos desarrollan conciencia propia, son capaces de procesar emociones, empatizar y sus actos son acordes a ellas. ¿Por qué iban a ser menos? Acaso ser consciente de la existencia de uno mismo, la capacidad de sentir, razonar, empatizar y elegir como individuo… ¿No es lo que nos hace humanos? La respuesta está en cada uno de vosotros y en cómo obréis a lo largo del juego y vuestra vida.
En conclusión…
Citando a la androide que nos recibe en el menú principal: Esto no es sólo una historia. Esto es nuestro futuro.
Detroit: Become Human es uno de esos títulos que pasan cada muy poco y que destacan en todos sus aspectos. Cuando un videojuego está hecho con cariño y mucha dedicación, se nota en el resultado. Pocas personas (en comparación a otros juegos de la misma calidad) jugarán a Detroit debido a su formato. Menos aún lo terminarán. Y muchas menos serán capaces de empatizar lo suficiente como para sentarse durante un par de horas y reflexionar sobre el videojuego.
Me he esforzado todo lo posible para hacer un análisis sin spoilers, pero que estuviese a la altura del juego de Quantic Dream… Y creo que me he quedado corto. Si poseéis una Playstation 4, jugadlo. Confiad en mí. Exprimid este juego todo lo que podáis. Vividlo, merece MUCHO la pena. Y a quienes no tengáis Playstation 4, os dejo un gameplay de mi historia.
No dejemos que los juegos con una historia que contar mueran. ¿Habéis jugado a Detroit: Become Human?, ¿Qué os ha parecido?, ¿Lo recomendáis?, ¿Añadiríais algo al análisis? ¡Cuéntanos en comentarios o en el tweet de la publicación!
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- Análisis, Analisis Videojuegos
- 29 mayo, 2018
- Detroit: Become Human9.5Valoración Final
Detroit: Become Human es uno de esos títulos que pasan cada muy poco y que destacan en todos sus aspectos. Cuando un videojuego está hecho con cariño y mucha dedicación, se nota en el resultado. Pocas personas (en comparación a otros juegos de la misma calidad) jugarán a Detroit debido a su formato. Menos aún lo terminarán. Y muchas menos serán capaces de empatizar lo suficiente como para sentarse durante un par de horas y reflexionar sobre el videojuego...
- Historia
- Jugabilidad
- Gráficos
- Sonido
- VENTAJAS
- El argumento es sublime
- La ambientación y apartado gráficos impecables.
- La banda sonora es digna de vinilo.
- ASPECTOS A MEJORAR
- El control con el sensor.
- El control del joystick derecho puede ocasionar errores.
- Ausencia del modo foto.