Análisis de Dragon Quest Builders

Nadie puede dudar de que la querida Nintendo Enternainment System (NES), estableció en la década de los años 80 las bases de muchas franquicias de videojuegos que han perdurado y perdurarán a lo largo del tiempo. Sagas que serán recordadas por distintas generaciones de jugadores y que irán pasando de padres a hijos. Así hemos podido ver el nacimiento de Super Mario, The Legend of Zelda, y Final Fantasy entre otros… En este sentido, la franquicia de Dragon Quest también dio sus primeros pasitos en la famosa plataforma de Nintendo y ha conseguido mantenerse hasta nuestros días, adaptándose a los tiempos que corren.

Hoy vamos a hablar de Dragon Quest Builders, y como no, vamos a analizar qué tal le ha sentado su portabilidad de las consolas de nueva generación a Nintendo Switch.

¡Coge el pico, coge la pala… y empecemos a construir!

La saga Dragon Quest fue creada originalmente por Yuji Horii, un desarrollador que trabajaba para la entonces empresa “Enix” (antes de que se fusionara con Square). Desde el año 86, la franquicia ha recibido 11 juegos principales. Así como más de 10 juegos secundarios que han regado la mayoría de plataformas desde hace veinte años. El undécimo título principal de Dragon Quest de momento no ha llegado a occidente, pero su llegada está confirmada para este 2018.

Para amenizar la espera del nuevo capítulo de la saga, Square Enix decidió sacar hace dos años Dragon Quest Builders, un juego del género de aventura entremezclado con rol, que aprovecha las virtudes que llevaron a Minecraft al estrellato: la libertad del jugador para modificar, construir y destruir a su antojo el escenario en el que se introduce nuestro protagonista.

De esta manera, Dragon Quest Builders, resumido en pocas palabras se trata de la combinación perfecta entre el famoso juego de Mojang, dentro del universo de Dragon Quest. Para que esta receta tenga éxito para nuestro “paladar de jugador”, es necesario tener un contexto sólido que justifique esta mezcla de universos, y pensamos que Square Enix ha sabido salir del paso sin necesidad de utilizar una profundidad argumental grandiosa.

Reconstruye la vida del mundo

Para quien no haya jugado o experimentado este Dragon Quest Builders en sus versiones de PlayStation 4, PlayStation 3 o PC. Vamos a introducir el juego a nivel argumental. La historia de este capítulo de la saga es ligeramente elemental. El mundo que propone el título de Square Enix ha quedado sumido en una oscuridad que, además de ensombrecer la vida de todos sus seres, les ha arrancado la capacidad de construir. A todos menos a nuestro personaje, el cual será capaz de edificar, destruir y recolectar objetos para poder reconstruir el mundo de nuevo y otorgarle toda la luz que ha perdido.

Antes de introducirnos en Alefgrado (primer entorno donde se desarrollaba el Dragon Quest Original), podremos elegir entre un personaje masculino y femenino. También tendremos la oportunidad de personalizar ciertos rasgos de su apariencia, como su color de pelo, tono de piel…

Desde el principio, y a lo largo de todo el juego, estaremos “acompañados” (aunque sea de forma no presencial) de la diosa “Pamplín”, el Espíritu de la Tierra. Esta deidad, nos ayudará en nuestro camino y durante las primeras horas de la historia hará también una función de extenso tutorial para que podamos familiarizarnos con los controles del juego, esta vez adaptados a Nintendo Switch. El género de construcción de mundos era un desconocido en la franquicia Dragon Quest. Al ser la primera vez que los jugadores tienen “que reconstruir el mundo”, pensamos que Square Enix se encontraba en la obligación de hacer un buen trabajo relacionado con los esquemas de control.

Libertad… a medias

En este sentido, podremos empezar a construir a los pocos minutos de iniciar el juego. Tenemos que decir que es una acción de lo más satisfactoria. Tener la libertad de construir habitaciones y casas completas. Así como crear objetos y sobrevivir gracias a ellos es un factor que protagoniza el juego y cumple el propósito que pensamos que busca. Divertir y entretener a todo aquel que busque un título de estas características.

El juego tiene ingredientes de un RPG de construcción, todo ello incluido en una sartén de un sanbox restrictivo. Dragon Quest Builders presenta al jugador un “mundo abierto” pero siempre dentro de unos límites que hay que respetar… no nos queda otra. Así, podemos disfrutar de cierta libertad creativa a la hora de construir nuestros edificios. Pero éstos se deben encontrar dentro de unos límites determinados. Así como tener una serie de requisitos para que éstos se constituyan como tal.

La mecánica de nuestra historia es fundamentalmente asequible. Pudiéndose adaptar así a cualquier tipo de jugador. Llegamos a un pueblo en ruinas que debemos reconstruir gracias a nuestro “poder único”. Nuestro deber será el de construir edificios y objetos para que lleguen nuevos ciudadanos al pueblo. Los cuales puedan ayudarnos en nuestra labor. Además de eso, tendremos que cumplir ciertas misiones para seguir evolucionando como constructores, ciudadanos y como jugadores.

Así, el juego queda estructurado en cuatro partes, en forma de mundos, los cuales tienen lugar en un entornos diferentes. Tras haber subido de nivel nuestra ciudad, y creado todas las estancias necesarias, aparecerá un monstruo que, a modo de jefe final, tendremos que evitar que destruya todo. Una vez fulminado, pasaremos al siguiente escenario, y así hasta completar el juego, en aproximadamente unas 35 horas, según la habilidad de cada jugador. Esta fórmula puede darnos la sensación de ser un tanto repetitiva y en algunas ocasiones lo és, pero aun así, cada mundo que aparece en el juego tiene una serie de características únicas, así como unas misiones particulares para cada uno de ellos.

Estrategia y exploración a partes iguales

Además, hay dos factores a tener en cuenta a lo largo de la trama de Dragon Quest Builders. El primero de ellos sería la estrategia a la hora de ubicar los edificios. Hay algunas estructuras que podemos utilizar para defendernos. Y tenemos que tener en cuenta cual es su mejor ubicación para poder defender nuestra ciudad de forma precisa.

Por otro lado, la exploración es una circunstancia del juego a tener en cuenta. Puesto que podremos encontrarnos accesorios muy útiles al indagar por los distintos entornos. Por ejemplo, en el primer mundo, si miramos bien, encontraréis unas botas que evitarán que os hagáis daño al caer desde una posición muy elevada.

En este sentido, pasamos a hablar de la jugabilidad de este Dragon Quest Builders para ver qué tal le ha sentado la portabilidad a Nintendo Switch. El hecho de tener una consola híbrida que podamos usar de forma portátil. O bien como una consola tradicional, conectada a la televisión, cambia mucho el estilo de juego y los desarrolladores deben ser capaces de estructurar un esquema lo más cómodo posible para los jugadores. En el caso de este juego, vamos a ver qué tal funciona tanto si tenemos la consola de forma portátil, como “anclada” al salón de nuestra casa.

«¡Dame un par de Joy-Cons!»

Para empezar, tenemos que decir que la jugabilidad es relativamente sencilla. Siempre y cuando nos han explicado todas las combinaciones de botones que precisa el juego. No percibimos ninguna diferencia entre la forma de jugar a Dragon Quest Builders en Switch en modo portátil y en modo sobremesa y el control es cómodo en la mayoría de ocasiones. Los Joy-Con han sabido adaptarse a las exigencias de este Dragon Quest Builders. Incluso la función HD Rumble que presentan, otorga unos efectos muy interesantes a los jugadores. Por ello, pensamos que la portabilidad a la consola híbrida de Nintendo se ha conseguido con éxito.

Centrándonos en nuestra experiencia personal, hemos preferido jugar con la consola conectada al dock, ya que. Hay ciertos detalles del HUD que se aprecian muchísimo mejor en una gran pantalla, antes que en las 9,4 pulgadas que nos ofrece Nintendo Switch. En este sentido, pensamos que los textos que aparecen en el juego podrían tener un tamaño de fuente mucho mayor a la hora de jugar con la consola en modo portátil. Porque a veces resulta incomodo para la vista. Éste factor tiene más importancia de la que puede parecer. Ya que el juego carece de voces, y todas las conversaciones que tenemos con el resto de personajes de la historia, aparecen reflejadas de forma escrita.

Lo mismo ocurre con ciertos elementos visuales como por ejemplo los objetos que tenemos en nuestro inventario. Al ser un juego centrado en la gestión de recursos, opinamos que el tamaño de los iconos debería de haber tenido un mayor tamaño para que podamos distinguir unos de otros sin ningún tipo de problema.

Dentro del esquema de control, también percibimos una pequeña contrariedad relacionada con el movimiento de la cámara. Al ser un juego en tercera persona, también tendremos que controlar la vista que tenemos del personaje, y en determinados momentos resulta una tarea un tanto pesada.

A pesar de este par de inconvenientes, a rasgos generales pensamos que la portabilidad a Nintendo Switch es bastante correcta.

Los cimientos intactos

Seguimos hablando de la jugabilidad de este Dragon Quest Builders, y debemos detenernos ahora en el sistema de combate. Tiene una importancia menor al esquema de construcción. Pero como es evidente, no nos íbamos a librar de dar estocadas a diestro y siniestro para defendernos de diversas criaturas y monstruos.

Lo primero que destaca del sistema de combate de éste Dragon Quest Builders. Al igual que ocurría en su versión de PlayStation 4 y PC, es su simplicidad. La profundidad brilla por su ausencia en este juego. Quedando claro que la importancia del juego reside en el hecho de construir y prosperar en este campo. El esquema de ataque y defensa pasa nuestro análisis, porque pensamos que cumple su propósito. Defendernos de los monstruos que intentarán hacernos las cosas más difíciles, y pulsar el botón de ataque hasta acabar con todos. Sin muchas combinaciones de ataque o defensa. De esta forma, la poca acción que puede ofrecernos el juego de construcción de Dragon Quest. No es muy llamativa, pero cumple su propósito.

Un mundo cúbico y detallado

Y ahora vamos con un aspecto clave en este análisis… ¿Qué tal se ve el mundo o los mundos de Dragon Quest Builders en Nintendo Switch? A rasgos generales, el título presenta un aspecto visual bastante bueno. Y ostenta una definición muy respetable, pero aun así, no consigue igualar la versión de PlayStation 4, como cabía esperar.

El juego procesa muchos detalles en la consola híbrida de Nintendo. Así como buenos recursos en relación a los reflejos y la iluminación. Incluso si jugamos en la modalidad portátil de la plataforma. En relación al apartado de sonido, destacaba la ausencia de voces a lo largo de todo el juego. Y una banda sonora que en algunas ocasiones se repite más de lo que nos gustaría.

En resumidas cuentas, Dragon Quest Builders es una opción a tener en cuenta para Nintendo Switch para cualquier tipo de jugador. Es una receta que ya habíamos probado en otras ocasiones, y no se ha inventado nada nuevo. Eso sí, todo ello dentro del contexto de una de las sagas de RPG más reconocidas del mundo de los videojuegos. Sin duda alguna, un acierto esta portabilidad para Switch que permitirá a sus jugadores tapar las horas muertas con un buen trabajo de albañilería. Cumple lo que se propone. Entretener a todo aquel que lo juegue.

¡A construir!

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Hemos podido elaborar este análisis gracias a una copia digital que nos ha enviado Nintendo.