Análisis de Assassin’s Creed Origins

10 años han pasado desde que Ubisoft dio vida al primer Assassin’s Creed. Por aquel entonces, la historia del mítico Altair otorgaba al mundo de los videojuegos una bocanada de aire fresco dentro del género de acción y aventuras en tercera persona, y por ello, fue uno de los títulos más jugados en PlayStation 3 y Xbox 360. A pesar de su repetitivo entramado, muchos descubrimos un interés por el credo de los asesinos, que nunca pensamos que se fuera a alargar durante tanto tiempo. Pero cuando una historia funciona, funciona, no hay más que añadir.

Hemos podido elaborar este análisis en su versión de PC gracias a una copia digital ofrecida por GamersGate. Además, os anticipamos en exclusiva, que actualmente cuentan con una promoción para conseguir Assassin’s Creed Origins con un descuentazo increible, así que, os recomendamos que os paséis por su página web. Y ahora sí que sí, vamos con la review.

Durante varios años, la trilogía de Ezio Auditore mantuvo con vida la llama de la saga hasta que Ubisoft comenzó a experimentar con distintas épocas y contextos, ofreciendo a los seguidores de la saga, la revolución de los nativos americanos, batallas navales por todo el océano, o incluso la revolución francesa. El camino era una montaña rusa inesperada que subía y bajaba, y la compañía francesa fue dando palos de ciego sin un rumbo determinado.

Así, el viaje continúa hasta nuestros días, donde parece ser que Ubisoft ha sabido encontrar el camino correcto y durante el pasado E3, la empresa anunciaba Assassin’s Creed Origins, un juego que explicaría los orígenes de este famoso credo, y por qué no, una nueva oportunidad de demostrar que las cosas se pueden hacer mejor de cómo se hicieron en un pasado.

Como sabéis, los anteriores títulos de la saga Assassin’s Creed estaban contextualizados en una época medieval o renacentista. Por primera vez, Ubisoft ha querido cambiar de época y de localización y ha sacado unos billetes en primera clase para viajar al antiguo Egipto con todo lo que ello supone: Nuevas localizaciones, exuberantes edificios, nueva sociedad, estética desértica repleta de lujos y grandes fortificaciones…

El principio de una era

El punto de partida de la historia del nuevo Assassin’s Creed gira en torno a Cleopatra, la cual quiere por encima de todo, conseguir el trono de su hermano menor Ptolomeo. La sociedad Egipcia necesita un líder con carisma y una actitud fuerte, y Cleopatra derrocha estos dos atributos. De esta forma, va a buscar apoyo en el pueblo, para poder arrebatarle así el trono a su hermano.

Como no, toda buena historia necesita un protagonista adecuado que la sustente, y así salta a escena Bayek de Siwa, un guerrero del antiguo ejército egipcio, encargado de explorar el desierto, así como de proteger diversas áreas y localizaciones importantes. Para no salir de nuestra zona de confort, el principal motivo que mueve a Bayek a tomarse “la ley por su mano” es la venganza. Como ya sabéis, no nos gusta desvelar acontecimientos importantes en relación a la historia, por lo que no vamos a revelar muchos detalles más acerca de ella. Lo que si tenéis que saber es que la historia es bastante generosa en relación a los temas que aparecen en ella, así que tendremos una buena dosis de líderes corruptos, una sociedad injustamente desestructurada, y como no, un tópico siempre presente en la mayoría de Assassin’s Creed: el amor.

Por tanto, la historia que presenta el nuevo Assassin’s Creed Origins, nos propone embarcarnos en un viaje de unas 27 horas, eso sin contar el amplio número de misiones secundarias. En algunas ocasiones, el entramado sitúa al jugador en situaciones límite como por ejemplo saber distinguir los conceptos de lo que podemos considerar correcto y lo incorrecto, jugando con nuestro juicio, teniendo en cuenta lo que está moralmente bien o mal.

Y no penséis que el último juego de la saga Assassin’s Creed vive únicamente de la historia principal, sino que Ubisoft ha hecho un grandísimo trabajo en lo que a misiones secundarias o eventos puntuales se refiere. Así, nos hemos encontrado con más de un centenar de objetivos secundarios que poder completar, todos ellos con un carácter muy variado. Recoger pistas para resolver misterios, perseguir a ciertos objetivos, combatir con embarcaciones marítimas o incluso competir en trepidantes carreras de caballos en el hipódromo. Ubisoft ha sabido hacer bien los deberes y la monotonía o el aburrimiento no han sido ingredientes en esta fórmula de Assassin’s Creed Origins, por lo que el mero hecho de caminar por el amplio desierto, puede resultar entretenido debido a los distintos eventos que pueden ocurrirnos allí.

De hecho, hay muchas misiones secundarias que requieren un proceso de consecución de distintos objetivos o pasos, y no se limitan únicamente a completar una sola acción, como hemos visto en los anteriores títulos de la saga. Gracias a estos hechos, merece la pena emplear parte de nuestro tiempo en explorar el amplio escenario que Ubisoft ha preparado para los orígenes de Assassin’s Creed y descubrir por nosotros mismos todos los misterios que esconde Egipto.

Rectificar es de sabios

Y pasamos de hablar de todo el entramado argumental para hablar de la jugabilidad que ofrece Assassin’s Creed Origins. Sin duda alguna, había muchos ojos puestos encima de este apartado, sobretodo para ver si ha mejorado en relación a los juegos anteriores, y parece que así ha sido. Por ello, vamos a analizar cada uno de los apartados que afectan a la jugabilidad del nuevo título de Ubisoft.

En primer lugar, tenemos que hablar del sistema de combate del nuevo Assassin’s Creed, el cual se ha reconstruido significativamente en relación a los anteriores títulos. Los combates ahora presentan una mecánica mucho más táctica. De hecho, se ha incluido un sistema de progreso, niveles y experiencia, y el juego se verá muy condicionado por él. De esta forma, encontraremos a enemigos por el camino de diferentes niveles, y como podréis imaginar, a más nivel, más difícil nos pondrán las cosas.

Por tanto, es muy recomendable que penséis bien la estrategia a la hora de atacar o defendernos de los distintos contrincantes. Como nuestros enemigos hacen mucho más daño por golpe, (o al menos gran parte de ellos), será necesario saber cuándo bloquear los golpes, cuando esquivarlos, y sobretodo cuando atacar. De hecho tened especial cuidado con los Phylakes, que son unos guerreros con un nivel relativamente más alto que el del resto, y que el nuestro también, los cuales nos están buscando constantemente, y ya os adelantamos que acabar con ellos no es una tarea fácil.

Sea como sea, la variedad de enemigos en este último título de la saga Assassin’s Creed está servida. Así nos cruzaremos con todo tipo de soldados contra los que pelear, desde arqueros que son lo suficientemente inteligentes como para prever nuestro próximo movimiento (buen desarrollo de la IA), asesinos que presentan la misma agilidad que el propio Bayek, y hasta incluso nos hemos encontrado con animales salvajes que intentarán hacernos el camino un poco más complicado.

El movimiento y la agilidad de Bayek no han cambiado mucho en relación a los antecesores títulos de la saga. Assassin’s Creed se caracteriza por tener un especial cariño al parkour y a la escalada y en Origins estas mecánicas vuelven por todo lo alto con un sistema muy fluido y trabajado. A la hora de trepar con Bayek por las paredes de los edificios, la sensación es bastante limpia y el personaje responde muy bien a nuestro control.

Mucho por hacer

En relación al gran escenario del juego, Assassin’s Creed Origins se aleja levemente de la fórmula utilizada en los anteriores juegos de la saga, donde la base era exactamente la misma: Nos vamos a un área específica del escenario, donde se centran todas las misiones que tenemos que realizar, y al tiempo nos desplazamos a otra para continuar con el transcurso del juego. En esta ocasión, la libertad que nos ofrece Egipto es bastante notable ya que el mundo creado por Ubisoft es mucho más dinámico de lo que nos esperábamos. Cada región dispone de varios puntos de interés en los que poder perdernos y olvidarnos un poco del entramado principal.

De hecho, el viaje que nos ofrece la historia de Bayek tiene un sinfín de referencias educativas, las cuales encontraremos casi sin darnos cuenta. Así, cada punto de interés ofrece a los jugadores una oportunidad para aprender más sobre el entorno, el periodo en el que se desarrolla el juego y mucha historia acerca de las épocas pasadas de Egipto.  

El tamaño del escenario recreado en este Assassin’s Creed es de los más grandes que recordamos de la saga, y recorrerlo de punta a punta nos llevará un tiempo considerable. De esta manera, además de los viajes rápidos, se han incluido ciertos animales en el juego que nos servirán como vehículo para recorrer las grandes dunas que presenta el desierto egipcio. Podremos utilizar pequeñas embarcaciones llamadas feluccas para ir por el agua, caballos, camellos y también carros para poder atravesar el caluroso desierto. El control de todos estos medios de transporte, es bastante intuitivo y no os supondrá ningún problema

Y seguimos hablando de los animales, y es que una de las principales novedades de este juego es que ha prescindido de mini mapa y ha introducido un sistema para detectar puntos de interés y enemigos. Como si de un dron moderno se tratase, Bayek tiene a su disposición a Senu, el águila que nos acompañará en el entramado del juego, la cual podrá servirnos de mucha utilidad para detectar y marcar enemigos desde las alturas. Es un añadido original en la saga, pero que aun así, hemos visto en otros títulos del mercado. Por último, tenemos que mencionar el hecho de que, podremos utilizar a ciertos animales a nuestro favor, como leones y cocodrilos en momentos puntuales de los combates, liberándolos de sus jaulas. Al más puro estilo FarCry, para que ataquen a los enemigos.

Diferentes formas de matar

En relación al armamento que podremos utilizar en Assassin’s Creed Origins, encontramos distintas armas que varían en tipo, rareza, y el efecto que producen. De esta forma, podremos ajustar todas ellas a nuestro estilo de juego.

También hay armas legendarias y raras en Origins, y si bien encontrar un arma legendaria es una tarea muy interesante, no resulta muy gratificante a la hora de utilizarla, pues la mayoría no ofrece unos beneficios demasiado especiales. Aun así, tenemos un arsenal bastante amplio donde elegir con distintos tipos de arcos, espadas y hojas afiladas, gracias a las cuales podremos hacer honor a nuestro nombre.

Una vez más, tendremos la opción de ir recogiendo diferentes recursos como bronce, cuero, madera, hierro o cristal que, o bien podemos encontrar en el escenario, o bien podremos recoger de los enemigos, y como no, de los animales. Todos estos recursos serán muy útiles para poder construir nuestro armamento y munición. Además, en este Assassin’s Creed se ha incluido también la posibilidad de poder personalizar la apariencia de Bayek, pudiendo elegir ciertos apartados, como nuestro traje, el tipo de montura que queremos llevar, las armas, y muchos más detalles que también influyen en nuestros parámetros de ataque y defensa.

Vino, vio y venció

Este extenso apartado de jugabilidad no termina aquí, y ahora tenemos que hablar del completo árbol de habilidades, del que puede beneficiarse Bayek. Así podemos distinguir entre tres ramas bien diferenciadas, las cuales serán la de cazador, guerrero y vidente.

Las habilidades de cazador, están relacionadas con el manejo del arco y también de Senu, el águila de Bayek. Las de guerrero, como su propio nombre indica, nos permitirán tener una mayor capacidad en relación a los combates. Por último, las habilidades de vidente, están relacionadas con diferentes herramientas y utensilios del juego. Dentro de estas, encontramos una muy interesante que es la de Alba y Ocaso, la cual sirve para acelerar el paso del tiempo.

Por último, y ya para terminar este apartado permitidnos que os hagamos un consejo. Como os hemos explicado, Assassin’s Creed Origins gira entorno a un sistema de progresión, el cual, además de otorgar cierto aire estratégico y táctico a los combates, hace que sea un tanto adictivo en relación a subir nuestro nivel, para hacer que Bayek sea uno de los mejores guerreros que ha visto Egipto. Por tanto, os aconsejamos que os toméis vuestro tiempo para explorar los escenarios, hagáis misiones secundarias, y exploréis hasta el último rincón, ya no solo para recibir objetos, y armas ocultos, sino también para subir vuestro nivel al máximo y podáis ir mejorando vuestras habilidades. De esta manera, podréis disfrutar muchísimo más el juego, sin ninguna duda.

Maravilla visual pero la misma fórmula de siempre

En otro orden de cosas, tenemos que hablar del apartado técnico de Assassin’s Creed Origins. Para empezar, la vertiente gráfica del juego luce impresionante visualmente hablando. La recreación de Egipto ha sido cuidada al detalle, y muchas de las impresionantes edificaciones están repletas de particularidades muy curiosas. En cambio, no destaca tanto el diseño de los personajes, el cual nos ha parecido ligeramente pobre, teniendo en cuenta la época en la que nos encontramos. No estaría de más ver una mejora en este apartado.

Además, no podemos dejar de lado algunos problemas que nos hemos encontrado, y es que parece ser que la saga no consigue despegarse de esa reputación de bugs y fallos gráficos. Si que tenemos que decir a su favor que no son tan llamativos como antes. Aun así, en ciertas ocasiones, nos hemos quedado atascados con elementos del entorno, hemos visto ciertas incongruencias en el comportamiento de la IA, sobretodo en los enemigos, e incluso, hemos sufrido ciertos bajones de frames en algunos momentos puntuales del juego.

Cabe destacar también el modo foto, del cual se puede sacar muchísimo partido en este Assassin’s Creed Origins. Como os hemos dicho, el entorno es magnífico visualmente, y no está de más parar de jugar para sacar alguna que otra captura.

El apartado sonoro destaca en varios factores. Para empezar, la banda sonora está muy bien trabajada, adaptándose así a todas las situaciones que nos ofrece el juego. Hay un gran número de pistas musicales que acompañan perfectamente al contexto histórico en el que se desarrolla el juego. El doblaje al castellano del título presenta muy buena calidad, sobretodo en los personajes principales. Y como cabía esperar, los efectos de sonido, no se quedan atrás, formando así un conjunto casi perfecto para los oídos.

En resúmen, como se puede comprobar, el nuevo juego de la saga Assassin’s Creed nos ha gustado mucho. No queríamos hacernos grandes ilusiones con él, pero Ubisoft ha hecho bien sus deberes y ha devuelto a la saga al camino que pensábamos que le correspondía. La gran variedad que ofrece el juego en la mayoría de apartados, y las numerosas posibilidades que ofrece, ayudan al jugador a estar enganchado a Bayek y al credo de asesinos durante horas. Es un juego realmente adecuado para todos los seguidores de la saga, y por qué no, para los que entran al credo por primera vez. Pero no podemos olvidar el hecho de que aún hay ciertos fallos que, 10 años después, siguen perdurando en la saga, sobretodo a nivel gráfico. Esperemos que para la siguiente entrega, queden resueltos, al menos, la mayoría de ellos… Ahora la decisión es vuestra. ¿Entraréis en Egipto para descubrir el origen del credo de Asesinos más famoso del mundo?