Por qué la segunda temporada de Stranger Things sigue mereciendo la pena

Suele ser común ir al cine o ver una serie y subirse al carro de la crítica general. Con esto me refiero a dejarse llevarse por la opiniones de otros sin pararse realmente a pensar. Principal error que hace que en numerosas ocasiones, antes de ver una película o serie, busquemos las críticas que tiene en la red. Si son malas, y la vemos, decimos que es mala o incluso ni nos tomamos la molestia de verla. Si son buenas, la vemos y obviamente decimos que es buena. Después de leer este artículo estarás más tranquilo cuando veas algo con tus amigos y solo te guste a ti.

Con Stranger Things pasa lo descrito anteriormente y si no quieres caer en spoilers, a partir de aquí, comienzan. Se estrena una primera temporada que rompe totalmente el género fantástico con un guión exquisito generando críticas buenísimas. Por aquel entonces, Netflix llevaba poco tiempo y el fenómeno no fue tan tremendo como el que se ha producido con la segunda entrega. Fue más escalonado, las buenas críticas y el boca a boca hicieron que los seriéfilos le dieran una oportunidad. Con la segunda se genera una expectación tremenda y comenzaron a aparecer seguidores por todas partes. Netflix publica los nueve capítulos y comienza la contienda. Desde su fecha de estreno hasta hoy las críticas en la calle y en la red la denominan como decepción. No una decepción como tal, sino que se esperaba más de algo que sigue siendo bueno. Como a mi vecino y a mi amigo les ha parecido poco, yo también voy a decir lo mismo. Hoy no será ese día. Voy a dar una claves de por qué la segunda entrega de Stranger Things sigue mereciendo mucho la pena.

Evolución de los personajes, nuevo rumbo

Pasa el tiempo y se hacen mayores. El protagonismo de alguna manera sigue siendo de Will y Eleven, creador de problemas y la que los arregla. Hasta ahí todo funciona como antes. En esta segunda entrega, personajes como Dustin adquieren un papel más que agradable, la relación de amor con su nueva «mascota» hacen que su protagonismo sea notable. Sus apariciones le aportan muchísimo a la serie. Si en la primera temporada el espectador empatizó con él, en ésta los guionistas lo consiguen aún más. Esa escena del final del baile de la que ahora hablaremos no tiene desperdicio. Dustin consigue también descubrir a Steve, desde el momento en el que van en busca de la criatura, éste se convierte en uno más de la pandilla.

La evolución tanto de Joyce como de Hopper es más dramática. La desesperación de los dos aumenta a la vez que se van sucediendo los acontecimientos. A partir de aquí comienza la inclusión en la serie de Bob. El nuevo compañero de Joyce, desde mi punto de vista, es clave en la temporada. Personaje que serena los ánimos de Joyce y del propio Will hasta el punto de dar su vida por ellos en el momento necesario. A muchos les puede parecer simplemente un obstáculo entre el policía y la madre de Will. Y por favor tranquilos, si tiene que surgir algo entre los dos, surgirá.

En el apartado de apariciones también están Max y su hermano. Me parece curioso el inicio de la serie, dedicándole hasta el nombre de un capítulo. Para mí, estos dos personajes funcionan como una especie de Macguffin que permite en ocasiones a la trama avanzar y confundir al espectador hasta el punto de no saber la importancia que tendrán.

Cambio de trama, final nuevamente abierto

Si en la primera temporada, el mal provenía de el Mundo al Revés visto por Will y el Demogorgon, en la segunda temporada este inframundo sigue estando presente pero aparecen nuevas criaturas. Como mencioné anteriormente, la forma de presentar a los nuevos enemigos a través de Dustin me parecen uno de los grandes aciertos de los guionistas. Lo que en un principio parece amigable se convierte en una amenaza.

Recapitulando impresiones y opiniones de gente que ha visto la serie, muchas de ellas sugieren que esta temporada termina con un final cerrado. Si nos centramos en el último capítulo claro que es un final cerrado. No tenemos un cliffhanger como el de la primera temporada, tan solo un plano final que nos muestra que sigue habiendo algo debajo. Esta vez, en vez de dejar las incógnitas para el final, nos las van planteando durante el transcurso de la temporada. Quedan muchos frentes abiertos que seguro estoy que se cerrarán. Ni que decir tiene entonces qué significado tendría el capítulo 7, donde Eleven se encuentra con su hermana. Ahí hay tela que cortar y en próximas temporadas sabremos más. Se arriesga mucho con este episodio que para muchos puede no funcionar. Está claro que el viaje de Eleven no será en vano y que los creadores intentan aislar la acción por momentos de Hawkins.

La escena del baile de invierno viene a confirmar por enésima vez que no es una serie normal. Vemos que el peligro se resuelve cuando aún queda bastante tiempo para terminar el capítulo. Los creadores arriesgan continuamente, si ya lo hacen con el capítulo 7, lo vuelven a hacer con este cierre de temporada. Aparecen Dustin y su inseparable escudero Steve, y a partir de ahí, todo es pura magia.

Delicia visual

En este apartado, hay equilibrio total con la primera entrega. La construcción de las escenas y la elección de los planos sigue siendo de lo mejor en la actualidad. Los hermanos Duffer dejan claro que se sienten cómodos en el género y se confirman como dos los creadores audiovisuales mas prometedores del momento.

Los colores proporcionados por una fotografía que invoca perfectamente a los ochenta, siguen siendo una delicia para el espectador. Uno de los puntos que hacen mejor un producto audiovisual es la forma en la que está hecho. Si tenemos una historia buena, vamos a plasmarla a la perfección y así lo tenemos todo.

Elección de la música y banda sonora original

El punto musical sigue siendo unos de los platos fuertes de esta serie. Aparecen en escena los Bon Jovi, Metallica, The Police o Queen. La recreación de los ochenta a través de los sonidos vuelve a ser total. Cada tema está elegido al milímetro para cada escena. Apostaría a que muchas escenas se construyeron a partir de la música. Y por si fuera poco, si a estas obras de arte le sumas la banda sonora espectacular creada por Kyle Dixon y Michael Stein, la sinergia musical es una auténtica bendición. Placer para los oídos.

Un año para la tercera

Estoy completamente seguro que aunque te haya decepcionado la segunda, vas a empezar a ver la tercera el día de su estreno. Esto no lo hace cualquier serie. Stranger Things se ha convertido en una de las armas más potentes de Netflix, haciendo datos de audiencia en sus primeras dos semanas que planchan a cualquiera. Sigue siendo igual de buena que lo era, mantiene la esencia y la extiende a otros horizontes.

Volviendo al principio, el objetivo de este artículo no era otro que dar una visión distinta a la que no dejo de escuchar cada vez que le pregunto a alguien que qué le ha parecido la última de temporada de esta genialidad.

 

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Ryu:
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