Disney ha accedido a comprar el uno de los buques insignia de la producción audiovisual estadounidense: Twenty Century Fox. Y lo ha hecho por nada más y nada menos que 52,4 millones de dólares. Tal y como han anunciado los involucrados al respecto, ambas compañías establecieron dicho pacto con el fin de posicionarse en una industria de rápido crecimiento.
Rupert Murdoch, quien ha liderado la compañía desde sus 21, consiguió transformar un pequeño periódico australiano que había heredado de su padre, en uno de los mayores imperios de la información en el siglo XXI. Tal y como ha afirmado él mismo, esta desintegración tiene sentido en medio de tanta amenaza: desde los competidores, hasta las compañías de streaming online que producen contenido que los televidentes ven directamente desde sus hogares.
A raíz de este acuerdo, los socios de Fox, entre ellos Murdochs, obtendrán un 25% de la inversión de Disney.
“Con el anuncio de hoy, lanzamos una nueva gran etapa de nuestro viaje”, anunció Ruper Murdoch el jueves, hacia los inversores.
Pero… ¿Qué está comprando exactamente Disney?
El acuerdo de estos dos titanes supondrá la adquisición, por parte de Disney, tanto de los estudios de la Fox, los de cine y los de televisión, como el 39% de la capacidad del satélite broadcaster Sky.
Por otro lado, se meterán en el bolsillo la red regional de deportes, sus propiedades internacionales, así como todos los proyectos en los que haya invertido la compañía.
La estrategia, además, añade al catálogo de Disney alguna golosina como las películas originales de Star Wars, Marvel, Avatar y Deadpool, así como varios éxitos televisivos como Modern Family y The Simpsons.
Sí señores, Los Simpsons ya lo predijeron…
Pero no solo esto, también se lleva los canales FX (series de género drama y comedia), National Geographic (documentales, naturaleza y cultura), el canal de deportes de Fox en Estados Unidos, la compañía de información Star India y el control del servicio de streaming Hulu, el cual compartirá con Comcast y Time Warner.
La verdad es que, a nivel global, muchos somos los que estábamos pendientes de este tratado. De hecho, varios expertos y profesionales del campo audiovisual han querido dar su opinión al respecto. Un ejemplo de ello es James Mangold, así como Rob Liefeld, el creador de Deadpool, que han querido recalcar que este acuerdo entre Disney y Fox podría perjudicar la producción de películas de serie R.