Adoro el aroma a Mod por las mañanas

Nos despertamos hace relativamente poco, con la noticia de un chaval de 19 años, que fue capaz de crear un mod nuevo para el videojuego Skyrim. Nada más y nada menos que de 25 horas de juego, con su BSO original, equipamiento, dobladores originales, etc. Para ello, ha sido capaz de movilizar a unas 100 personas para que le han ayudado en ésta increíble obra.

Como este chaval, muchas otras personas se dedican a modificar y editar la mayor parte de los juegos de ordenador que existen. Es raro encontrar algún juego que no contenga algún mod, sea del tipo que sea. Sin duda alguna, podríamos decir que es uno de los grandes beneficios de los juegos de PC. De hecho algunos videojuegos son más atractivos por el modding que llevan porque alargan la experiencia de juego. Mucho más que la versión original de los desarrolladores.

Hablando de modding de videojuegos, es difícil no pensar Minecraft, el juego más modificado actualmente. Ha llegado un punto en el que nuestro amigos de Mojang, actualizan poco y de manera anecdótica el juego, pero eso es algo que nos va bien a todos, a ellos y a nosotros.

Si pudiera definir Minecraft de alguna manera, sería como un lienzo en blanco, con varios instrumentos que nos permiten pintarlo y modificarlo, siendo los mods distintas paletas de colores, distintos materiales para que juguemos. ¿Sería lo mismo Minecraft si nos pusiera un entorno más cerrado, con menos posibilidades de desarrollar nuestra faceta artística? Si en vez de ser un lienzo en blanco, fuera una figura pre-establecida para colorear, por muchas paletas de colores que tuviéramos, el final seguiría siendo el mismo. Es por eso que actualmente Minecraft es lo que la gente quiere que sea y posiblemente, ese sea parte del secreto de su éxito.

Pero no solo de Minecraft vive el mod, a pesar de que sea un ejemplo estupendo de las bondades de dejar que tus gamers puedan cambiar y crear el entorno que les has dejado. Es fácil encontrarse con otros ejemplos que hacen las delicias de los más jugones. Desde armas modificadas para los juegos shooters (mi mente aún sigue traumada con un cuchillo-dildo para el Counter Strike) a campañas completas para juegos de estrategia (Hyrule Total War) o prácticamente renovar y cambiar el juego hasta conseguir algo nuevo (Day Z).

Son miles de ejemplos los que podríamos estar comentando durante días y aun así, no rascaríamos ni la superficie de los mods existentes. Pero, podemos llegar a una sencilla conclusión sobre el tema. A pesar de que aún existan desarrolladores que se niegan a poner las cosas fáciles a la modificación de sus videojuegos. Tal vez por orgullo o por miedo al pirateo o a que su juego sea “pervertido”. Es evidente que los mods ayudan a la industria y fortalecen la opinión de los usuarios sobre los juegos. Por muy absurdos que los mods puedan parecer.

Hasta ahora he hablado de poder disfrutar de un juego modificado por alguien, un juego con la vida alargada gracias a alguien. Pero ¿por qué razón alguien modificaría un juego, con todo el trabajo que supone y cediéndolo generalmente de manera gratuita?. Evidentemente, para que existan mods, tiene que haber quien los construya y cada vez hay más gente que disfruta con ésta labor. Razones existen muchas, pero sin duda, la posibilidad de crear algo es una razón más que suficiente y satisfactoria para estas personas, aunque se trate de una labor muchas veces anónima y desagradecida.

¿Cuantos gamers, tras disfrutar de un mod, han ido a darle su opinión a su creador? ¿Cuántos se preocupan siquiera de saber quién lo construyó y que más trabajos tiene? Y no hablemos de una donación desinteresada por su labor. Y a pesar de un trabajo tan poco reconocido, en ocasiones perseguido. La gente sigue creando y disfrutando de ello porque ésta es sin duda, una labor encomiable.