A finales de los años 70, un todavía desconocido Gumpei Yokoi viajaba en el tren bala. A su lado, enfundados en sus trajes de oficina, varios trabajadores ocupaban los asientos contiguos, acostumbrados a ese trayecto diario que recorre las principales ciudades de Japón a alta velocidad. Para la mayoría no había nada de inaudito en...